Recuerda
- La EPI es una infección muy grave que sucede en la pelvis femenina y es causada por una infección de transmisión sexual (ITS).
- Es súper común, afectando más de 1 millón de personas cada año en los Estados Unidos.
- Cualquiera puede contraer EPI, pero aquellos que tengan múltiples parejas sexuales y practican sexo sin protección tienen más probabilidades de contraerlo.
- Si tienes síntomas de una ITS o de EPI, ¡busca tratamiento inmediatamente!
La EPI es una infección muy grave causada por una infección de transmisión sexual (ITS). Puede causar problemas como dolor crónico y dificultad para concebir (infertilidad). Es importante disminuir las probabilidades de contraer una ITS evitando tener relaciones sexuales, utilizando siempre preservativos si decides tener relaciones sexuales y realizándote pruebas de detección de ITS con tu proveedor de salud.
¿Qué es la EPI?
La EPI es una infección de los órganos reproductivos femeninos (trompas de Falopio, útero, ovarios, vagina y cérvix). Usualmente es ocasionado por una ITS.
¿Quiénes pueden contraer EPI?
Cualquiera que haya nacido con órganos reproductivos femeninos puede contraer EPI, pero aquellas que tengan múltiples parejas sexuales y practiquen sexo sin protección tienen más posibilidades de contraer una ITS que pueda causar la EPI.
¿Cómo se contrae la EPI?
Usualmente, la EPI comienza con una infección en la vagina y el cérvix (la entrada del útero), causada por una ITS como la gonorrea o la clamidia. Si las infecciones en la vagina y el cérvix no son tratadas con antibióticos, pueden propagar la enfermedad al endometrio (revestimiento interno del útero) y luego a las trompas de Falopio, ovarios y abdomen.
La EPI raramente ocurre luego de tener ciertos procedimientos quirúrgicos como el aborto o de un tratamiento para una prueba de Papanicolau anormal. Otros factores que pueden incrementar el riesgo incluyen: tener una infección de transmisión sexual y no haber recibido tratamiento, tener sexo con otra pareja que esté teniendo relaciones sexuales sin protección con otras personas, haber tenido la EPI antes o haber usado duchas vaginales mientras tenías una ITS.
¿Cuáles son los síntomas de la EPI?
La EPI no siempre tiene síntomas. Sin embargo, si tienes la EPI puede que sientas dolor en la zona inferior del abdomen (el vientre). Los síntomas de la EPI pueden incluir:
- Dolor en la parte baja del abdomen (el vientre) y en la parte baja de la espalda.
- Un tipo distinto de flujo vaginal al normal (cambio en el olor, color o cantidad)
- Fiebre
- Vómitos o náuseas
- Dolor durante el sexo o con un examen pélvico realizado por tu proveedor de salud
- Cólicos
- Sangrado o manchados entre periodos
- Dolor o ardor al orinar
Si notas cualquiera de los síntomas anteriormente mencionados, debes llamar o visitar tu proveedor de salud inmediatamente. Si sientes fiebre alta o dolor intenso, ve a la sala de emergencias más cercana. La infección puede empeorar y causar más dolor y daño a tus órganos reproductivos en solo un día o dos.
¿Cómo se diagnostica la EPI?
Tu proveedor de salud probablemente podrá notar si tienes la EPI basándose en tus síntomas, un examen pélvico y un examen de sangre. En el examen, tu médico puede notar flujo vaginal anormal o sensibilidad en tu pelvis. Algunas veces se usa un ultrasonido (un examen que usa ondas sonoras sin radiación) para ver dentro de tus órganos reproductivos y verificar si hay algún signo de absceso u otra condición. Muy raramente, si no mejoras, se necesitará realizar una laparoscopia (una pequeña intervención quirúrgica para examinar tus órganos reproductivos).
¿Cómo se trata la EPI?
Dependiendo de qué tan enferma estés, puedes ser tratada en un hospital o como un paciente externo (simplemente acudir a consulta a la oficina de tu proveedor de salud). Si tu proveedor de salud cree que necesitas quedarte en el hospital, recibirás antibióticos por vía intravenosa (a través de tus venas) y de forma oral (una píldora) hasta que te sientas mejor. Después de dejar el hospital, tendrás que tomar antibióticos orales por un total de 2 semanas.
Si eres tratada como una paciente externa, es posible que recibas una inyección o píldoras para comenzar el tratamiento y luego tendrás que tomar antibióticos orales por 2 semanas. Es muy importante tomar todas las píldoras, incluso si comienzas a sentirte mejor. Si no lo haces, podrías empeorar. Unos días antes de comenzar a tomar medicina, necesitarás ver a tu proveedor de salud nuevamente. Si no mejoras, podrías necesitar realizarte más pruebas o tomar medicamentos distintos.
Si descubres que tienes EPI, necesitas asegurarte de que tu pareja se someta a las pruebas y al tratamiento de la gonorrea y clamidia. Tu pareja debe ser tratada para ambos tipos de ITS, sin importar lo que muestren tus resultados y los de él. A menos que tu pareja sea tratada al mismo tiempo que tú, es muy probable infectarse de nuevo.
¿La EPI es peligrosa?
La EPI puede ser peligrosa si no se trata a tiempo. Puede formarse tejido cicatricial en las trompas de Falopio y en el interior del abdomen. Estas cicatrices pueden bloquear las trompas de Falopio, lo cual puede provocar dificultades para quedar embarazada o infertilidad, pero este no es siempre el caso. Si las trompas de Falopio están parcialmente bloqueadas, los óvulos fecundados no podrán llegar al útero y el embarazo se puede desarrollar dentro de las trompas de Falopio (conocido como embarazo ectópico o tubárico). La cicatrización puede ocasionar un dolor que dure meses o incluso años. Si los efectos de la EPI son muy graves, es posible que se necesite cirugía para tratar el tejido cicatricial. Es más probable que la EPI reaparezca si vuelves a contraer una ITS. También, mientras más veces contraigas la EPI, más probabilidades tendrás de sufrir problemas que dañen tu cuerpo.
¿Cómo se puede prevenir la EPI?
Para prevenir la EPI, necesitarás evitar contagiarte de una infección de transmisión sexual (ITS).
Las mejores formas de prevenir una ITS son:
- Usar correctamente un condón de látex (o poliuretano, si alguno es alérgico al látex), ya sea externo (masculino) o interno (femenino), cada vez (si decides tener relaciones sexuales).
- Limitar el número de parejas sexuales que tengas y asegurarte de que todas tus parejas reciban tratamiento para las ITS
- Si has tenido relaciones sexuales, realízate pruebas de VIH, sífilis, gonorrea y clamidia
- Vacunarte contra el VPH
- No usar duchas vaginales Las duchas vaginales pueden propagar la bacteria más allá del tracto reproductivo
- No fumar cigarrillos
- Si estás recibiendo tratamiento para una infección cervical o EPI actualmente, asegúrate de terminar todos tus antibióticos