Salud Universitaria: Servicios y Problemas de Salud Comunes

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¿Qué son los servicios de salud estudiantil?

El servicio de salud estudiantil (algunas veces llamado centro de salud estudiantil o clínica) de tu universidad es probablemente el primer lugar al que deberías ir cuando necesitas atención médica. El tipo y cantidad de atención que puedes tener en tu centro de salud estudiantil depende de la universidad a la que asistas. En muchas universidades puedes recibir atención médica, medicamentos, pruebas de ETS y de embarazo, consejos, información y asesoramiento. También puedes realizarte exámenes ginecológicos en la mayoría de los centros de salud estudiantiles. Usualmente hay disponible personal médico, de enfermería y de educación para la salud para atender tus necesidades. Todos estos profesionales están familiarizados con los problemas a los que se enfrentan los estudiantes universitarios, tal como el estrés, enfermedades crónicas, problemas de aprendizaje, problemas de nutrición o desórdenes alimenticios, problemas de pareja, problemas de salud sexual, problemas de alcoholismo o de drogas y lesiones deportivas. El personal trabajará contigo para mantenerte saludable y responderá todas tus preguntas y preocupaciones. Si necesitas atención médica que no pueda ser proporcionada por tu centro de salud estudiantil, puedes preguntarle al personal a dónde puedes ir.

¿Cuándo debería ir al centro de salud estudiantil?

Debes llamar o visitar el centro de salud si:

  • Tienes cualquier problema médico o de salud mental que te preocupe
  • Tienes una fiebre muy alta (de 101 grados Fahrenheit o más alta). Mide tu temperatura antes de llamar porque probablemente te preguntarán cuál es tu temperatura
  • Sientes dolor al orinar
  • Tienes una secreción inusual en tu vagina, especialmente si tiene un color y olor extraño
  • Tienes muy pocos o demasiados periodos menstruales
  • Tienes dolor en el estómago o debajo del abdomen
  • Tienes dolor de pecho, problemas para respirar o una tos que no desaparece
  • Tienes síntomas que te preocupen o que duran más de una semana, como vómitos o diarrea
  • Necesitas un método anticonceptivo o hacerte una prueba de detección de enfermedades de transmisión sexual (ETS)
  • Crees que puedas estar embarazada
  • Piensas que tienes un esguince o un hueso roto
  • Tienes una emergencia, tal como un derrame de sustancias químicas en el laboratorio
  • Eres víctima de agresión
  • Estás triste, deprimida, ansiosa o tienes problemas para dormir

¿Cómo puedo ser atendida en el centro de salud de mi universidad?

Puedes llamar o entrar en internet para confirmar cuándo está abierto el centro y averiguar si necesitas una cita previa o si puedes ir sin necesidad de una. Si tienes que agendar una cita, asegúrate de programarla de forma que tengas suficiente tiempo para llegar antes o después de clase sin apuros. También asegúrate de tener suficiente tiempo de sobra en caso de que la visita dure más de lo esperado.

¿Debería prepararme para la cita?

¡Por supuesto que sí! Piensa de antemano en todas las preguntas o preocupaciones que puedas tener y anótalas. Si estás tomando medicamentos, querrás ponerlos en una bolsa y llevarlas contigo a la cita debido a que probablemente te preguntarán si tomas algún medicamento regularmente y qué dosis tomas. También intenta llevar una lista de cualquier otro proveedor de salud que estés viendo actualmente, incluyendo tu médico de cabecera y cualquier otro especialista (profesionales que se especializan en solo un área de la medicina, tal como un alergólogo). Además, si tienes problemas continuos como dolores de cabeza crónicos, lleva un registro de los síntomas y qué tan seguido tomas analgésicos. (Lleva esta información contigo a tu cita médica).

Otros consejos de cómo prepararte para la cita:

  • Llega temprano para que puedas ponerte cómoda, ordenar tus pensamientos y llenar los formularios.
  • Pídele a un amigo o alguien cercano que te acompañe para hacer la cita menos estresante o simplemente para que escuche.

Hay algunas cosas que debes recordar mientras estés en tu cita médica:

  • Haz preguntas y expresa tus preocupaciones. No te vayas sin que tu médico responda todas tus preguntas y aclare todo con respecto a las inquietudes que puedas tener.
  • Si no entiendes algo de lo que dice tu médico, pídele que te lo vuelva a explicar de una forma más clara. Tu médico debe ser paciente y estar dispuesto a explicarte las cosas.
Debes recibir un buen cuidado en tu centro de salud estudiantil, pero si no es así, intenta ser asertiva y pide ver otro médico. Lo más importante es que estés feliz con el médico que tienes.

¿Qué hago si el servicio de salud estudiantil no puede proporcionarme los servicios que necesito?

En caso de que necesites cuidado adicional que el centro no provea, el personal de tu centro de salud estudiantil sabrá los nombres y la información de contacto de médicos, especialistas, ginecólogos y médicos de salud mental en la comunidad. Siempre puedes pedirles ayuda para encontrar alguien calificado para ayudarte con tu problema específico. Asegúrate de revisar tu seguro, ya que algunas compañías solo cubren visitas a centros de salud dentro tu ciudad de residencia.

¿Qué hago si tengo una emergencia?

Encuentra el nombre y la ubicación de la sala de emergencias o centro de urgencias más cercano y cómo llegar allá antes de que lo necesites. Si tienes una enfermedad o alguna lesión que necesite atención inmediata, ve directamente a tu centro de salud estudiantil si se encuentra abierto. Si no está abierto, ve a la sala de emergencias del hospital más cercano. La policía del campus de tu universidad debe ser capaz de llevarte si no tienes manera de llegar allá o si no puedes conducir. Si el problema es muy grave y no puedes perder tiempo, llama al 911 para que una ambulancia venga a buscarte.

¿Debo continuar viendo mi médico de cabecera una vez que comience la universidad?

Deberías continuar viendo tu médico de cabecera o profesional en enfermería para tu atención médica cuando te encuentres en casa o si vives cerca. Si estás lejos de casa por estar en la universidad, probablemente sea más conveniente ir al centro de salud estudiantil por cualquier enfermedad que tengas. Si por alguna razón tu universidad no tiene un servicio de salud estudiantil, un administrador en tu escuela debe ser capaz de darte una lista de los servicios de salud en los alrededores. Siempre puedes llamar a tu médico de cabecera si tienes cualquier pregunta. Muchos estudiantes agendan citas médicas para ver su médico de cabecera cuando van a casa durante las vacaciones. De cualquier manera, si tienes una enfermedad crónica como asma, Síndrome de intestino irritable (IBS, por sus siglas en inglés), endometriosis, etc. y tu universidad está muy lejos de tu especialista médico, habla con tu especialista acerca de si deberías obtener una recomendación a un especialista local que pueda manejar tu condición mientras estás en la universidad. Revisa si tu seguro médico cubre visitas a proveedores de salud fuera de la red (que no tenga contrato con tu seguro médico) o en otro estado.

Enfermedades Comunes

¿Por qué es más probable que me enferme en la universidad?

Eres más propenso a contraer un resfriado, gripe o dolor de garganta cuando estás en la universidad que cuando estás en casa incluso si descansas bien. Estas enfermedades se esparcen rápidamente porque muchos estudiantes viven juntos en dormitorios y apartamentos, comen juntos en las cafeterías y se sientan juntos en los salones de clase. Puedes contraer estas enfermedades a través del aire cuando alguien tose o estornuda cerca de ti, al frotar tus ojos o nariz después de tener contacto con alguien enfermo o tocando un objeto que llevaba alguien que estaba enfermo. Si fumas o estás expuesta a humo de segunda mano, eres más propensa a tener una tos grave.

¿Cómo puedo prevenir contraer un resfriado, gripe o dolor de garganta?

Para prevenir contraer estas enfermedades:

  • Evita estar cerca de personas enfermas. Esto puede ser difícil, pero si lo haces posible, va a disminuir la probabilidad de que te enfermes.
  • Lava tus manos a menudo e intenta no frotar tus ojos o nariz con tus manos.
  • Tose en tu codo en lugar de en tus manos.
  • No compartas bebidas, comida o cigarrillos con otras personas.
  • Si fumas, abandona el hábito.
  • Asegúrate de vacunarte contra la gripe cada año.

Si te enfermas, asegúrate de cuidarte bien e intenta evitar propagar tus gérmenes a otros.

¿Qué hago si contraigo un resfriado o gripe?

La forma de tratar una enfermedad depende de si es causada por un virus o una bacteria. Los resfriados y la gripe son causadas por virus y debido a ello no puedes deshacerte de ella rápidamente. Con un refriado es probable que tengas secreción nasal, tos y congestión. Con la gripe, usualmente te sentirás adolorida y con fiebre. Debes guardar mucho reposo, tomar muchos fluidos y tratar los síntomas con medicamentos de venta libre. Siempre lee las etiquetas para asegurarte de comprar la medicina correcta para tus síntomas, tal como el acetaminofén o el ibuprofeno (evita las aspirinas) para la fiebre o dolores de cabeza y aerosol nasal para el goteo nasal. Si tienes un malestar estomacal, come comidas blandas (cereal, tostadas, arroz o plátano) y bebe líquidos claros (bebidas deportivas, agua o sodas como una ginger ale o jugo diluido).

La amigdalitis estreptocócica y la mayoría de las infecciones de los senos nasales y los oídos son causados por bacterias y son tratados con antibióticos. Ve al centro de salud estudiantil si tienes un fuerte dolor de garganta, dolor en tus oídos o senos nasales, una fiebre persistente, tos seca o dificultad para respirar. El personal puede decirte qué tienes y darte antibióticos si los necesitas. Muchos estudiantes con amigdalitis estreptocócica tienen dolor de garganta, los ganglios linfáticos inflamados y algunas veces fiebre, pero nunca tienen goteo nasal o tos.

¿Qué es la “Mono”?

Seguramente habrás oído de la “Mono· (Mononucleosis), que también puedes haberla escuchado como “la enfermedad del beso”. La Mono tiene su apodo debido a que las personas pueden transmitir la infección a través del beso gracias a los gérmenes que se encuentran en la saliva, pero también puede ser trasmitida si alguien infectado comparte una botella de agua, un cepillo de dientes, un tenedor o cuchara, un lápiz labial, etc.  Puede que algunas personas no presenten síntomas pero que aun así tengan el virus y contagien a otros.

Las personas que tienen la Mono pueden tener una combinación de los siguientes síntomas:

  • Fiebre
  • Dolor de garganta
  • Cansancio extremo
  • Disminución del apetito
  • Dolor de cabeza
  • Ganglios linfáticos inflamados
  • Dolor muscular
  • Hígado o bazo inflamado
Otras enfermedades pueden imitar o actuar como la Mono. Recuerda que siempre es mejor ir a ver a un médico y hacerse una revisión en lugar de diagnosticarte a ti misma.

¿Qué tan pronto debo ir al centro de salud estudiantil si creo que tengo la Mono?

Si has tenido dolor de garganta por más de una semana y te sientes muy cansada, debes ir al centro de salud estudiantil. La única manera de saber si tienes Mono es hacerte una prueba sanguínea llamada la “Mono spot”. De cualquier manera, incluso si tienes la Mono, no hay nada que puedas hacer excepto descansar muy bien, comer saludablemente y tomar muchos fluidos (para prevenir la deshidratación). Puedes ir a clases después de que se te haya pasado la fiebre, pero probablemente te sentirás cansada por un par de semanas. La mayoría de las personas se mejoran en un par de meses, pero puede que necesites hablar con el consejero de tu universidad o el decano si los síntomas de la Mono son graves y hacen que faltes a clases. Las personas con Mono deben evitar por al menos un mes todo deporte de contacto y otros deportes como los deportes de salto, porrismo, etc. Es importante ver a un proveedor de salud antes de volver a los deportes, ya que cuando alguien tiene la Mono hay riesgo de que ocurra una ruptura del bazo. La buena noticia es que te vuelves inmune al Mono luego de tenerla por primera vez.

¿Cómo puedo prevenir contagiarme o propagar de los gérmenes de la Mono?

  • Lava tus manos a menudo. Esto reduce el riesgo de enfermarte o propagar los gérmenes.
  • No bebas de la botella de agua de alguien más y no compartas bebidas.
  • No compartas tenedores, cucharas u otros cubiertos.

¿Qué son los moretones, esguinces y desgarros musculares?

  • Los moretones son lesiones de la piel que causan que su superficie se torne de un color morado o rojo. Con el tiempo el moretón se vuelve de un color entre amarillo y verde y luego desaparece.
  • Los esguinces son lesiones de los ligamentos, el cual es un tejido que conecta los huesos.
  • Los desgarros musculares son lesiones de los músculos y tendones y son causados por un tirón excesivo o repentino de los tejidos.

Si tienes hinchazón, dolor o no puedes levantar peso, debes hacer una cita médica con tu proveedor de salud o ir al Servicio de Salud Estudiantil para que te revisen. De lo contrario, aplica hielo inmediatamente, descansa y levanta la parte del cuerpo lesionada con una almohada. Algunos desgarros musculares son graves y pueden requerir terapia o rehabilitación física progresiva.

¿Qué es una lesión por esfuerzo repetitivo?

Un tipo grave y específico de lesión por sobrecarga es llamado lesión por esfuerzo repetitivo. La lesión por esfuerzo repetitivo incluye todo tipo de lesión (causada por realizar el mismo movimiento continuamente) de los músculos, nervios y tendones de tus brazos y hombros. Puede que hayas oído acerca de la bursitis, tendinitis o síndrome de túnel carpiano. Las personas que usan computadoras muy seguido y por largos periodos de tiempo sin descansar pueden sufrir una lesión por esfuerzo repetitivo.

Para ayudar a prevenir sufrir una lesión por esfuerzo repetitivo:

  • Usa un escritorio o mesa mientras usas la computadora para evitar ejercer presión en ciertos músculos y nervios.
  • Tu laptop o monitor no debe estar muy alto ni cerca de ti.
  • Teclea suavemente tu teclado.
  • Si estás usando una computadora de escritorio (o si tienes una laptop en un escritorio), siéntate derecha, y mantén tus muñecas niveladas y rectas.
  • Si estás usando una computadora de escritorio, debes tener un extensor para el teclado para que tus muñecas descansen ligeramente sobre el mientras estés escribiendo.
  • Tu silla y teclado deben estar colocados de tal forma que tus antebrazos y muslos estén paralelos al suelo. Si esta posición se siente incómoda, cámbiala, pero de igual manera debes intentar sentarte derecha.
  • Toma descansos. Incluso el estar en una posición “perfecta” puede causar problemas si te mantienes en la misma posición por mucho tiempo.

Si tienes cualquiera de los síntomas siguientes, ve al centro de salud estudiantil a que te revisen:

  • Tensión o dolor en tus manos, muñecas, dedos, antebrazos o codos
  • Hormigueo o adormecimiento de las manos
  • Torpeza o pérdida de fuerza y coordinación en las manos

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