Probablemente conoces a alguien que tiene intolerancia a la lactosa. Quizás esa persona es un familiar, un amigo o tú mismo. La intolerancia a la lactosa es común entre asiáticos americanos, afroamericanos, personas que tienen descendencia judía, mexicanos americanos, nativos americanos. Sin embargo, cualquier persona puede tener intolerancia a la lactosa.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Si tienes intolerancia a la lactosa, tu cuerpo no puede descomponer toda la lactosa que tu comes o bebes. Las personas que son intolerantes a la lactosa no producen suficientes cantidades de una enzima que se llama lactasa, la cual se necesita para poder descomponer la lactosa. Esto causa que la lactosa no digerida llegue al intestino grueso donde las bacterias empiezan a digerirla. Esto puede causar náusea, cólicos estomacales, gas, hinchazón y diarrea a las personas que son intolerantes a la lactosa si comen alimentos que contienen lactosa o toman leche.
¿Cómo puedo saber si tengo intolerancia a la lactosa?
Si tienes náusea, cólicos estomacales, gas, hinchazón o diarrea entre 30 minutos a varias horas después de beber o consumir alimentos que contienen lactosa, tú podrías tener intolerancia a la lactosa.
¿Qué puedo hacer si tengo intolerancia a la lactosa?
No trates de diagnosticarte tú mismo. Si piensas que eres intolerante a la lactosa, es importante que lo discutas con tu médico o proveedor de atención médica. El mismo malestar causado por la intolerancia a la lactosa también podría ser causado por otras condiciones de salud. Tu médico es la única persona que puede confirmar si tienes intolerancia a la lactosa. Después de que tu médico determine qué te está causando tu malestar digestivo, puedes trabajar con él o con un dietista para poder controlar tus síntomas.
¿Cómo puede mi médico determinar si soy intolerante a la lactosa?
Tu médico te va a hacer varias preguntas acerca de tus síntomas y de tu alimentación diaria. Para algunas personas, lo primero que les sugiere el doctor es que no consuman alimentos que contienen lactosa para confirmar si tienen intolerancia a la lactosa y de esta manera ver si los síntomas mejoran. También es posible que te realicen una prueba de hidrógeno en el aliento para confirmar un diagnóstico de intolerancia a la lactosa. La prueba de hidrógeno en el aliento se realiza respirando en una máquina que mide la cantidad de hidrógeno en tu aliento dentro de los 90 minutos de haber consumido lactosa. Si eres intolerante a la lactosa, tu cuerpo producirá más hidrógeno del que se produce cuando eres tolerante a la lactosa.
¿Pueden algunas personas ser más intolerantes a la lactosa que otras?
Sí. Hay diferentes grados de intolerancia a la lactosa. Por ejemplo, algunas personas pueden experimentar síntomas después de beber ½ taza de leche, mientras otros pueden tener síntomas cuando beben 1 taza. Otras personas pueden tener dificultad cuando beben menos de una taza de leche. A medida que pasa el tiempo, sabrás qué cantidad de leche u otros productos lácteos puedes aguantar sin que te produzcan síntomas.
¿Hay diferentes tipos de intolerancia a la lactosa?
Sí. Algunas personas han nacido sin la habilidad de producir la enzima lactasa. La gente que tiene este tipo de intolerancia a la lactosa tiene mucha dificultad cuando beben o comen alimentos que contienen lactosa. Comúnmente, las personas se vuelven intolerantes a la lactosa a medida que van avanzando en edad y su cuerpo va produciendo cada vez menos lactasa. Además, algunas personas se vuelven intolerantes a la lactosa después que han tenido una cirugía o una infección intestinal.
¿Podría yo ser siempre intolerante a la lactosa?
Si te volviste intolerante a lactosa debido a alguna enfermedad, es más probable que no lo seas por siempre. Si naciste con intolerancia a la lactosa o tienes más problemas para digerir los productos lácteos que cuando eras más joven, es posible que siempre tengas algún grado de intolerancia a la lactosa.
¿Qué debo hacer si soy intolerante a la lactosa?
Si tu médico te ha dicho que eres intolerante a la lactosa, hay varias cosas que puedes hacer para que no te sientas, hinchado, con gases, diarrea o con cólicos estomacales después de consumir alimentos que contengan lactosa.
Trate estos consejos:
- Saber qué alimentos y bebidas contienen lactosa. La lactosa se encuentra en la mayoría de los productos lácteos, algunos alimentos horneados y procesados como el pan, cereal seco, dulces, galletas, aderezos para ensaladas, sopas cremosas, mezclas de bebidas y alimentos preparados como pizza y lasaña.
- Presta atención a las etiquetas de los alimentos. Las etiquetas de los alimentos enumeran todos los ingredientes en orden de cantidad. Los ingredientes incluidos en las cantidades más grandes se enumeran primero, mientras que los que están al final de la lista están en las cantidades más pequeñas. Por ejemplo, si la leche aparece en primer lugar, sabrás que el producto contiene principalmente leche. Si eres intolerante a la lactosa, este puede ser un producto que tengas que evitar o comer en pequeñas cantidades.
- Comienza con pequeñas porciones de productos lácteos. Si puedes tolerar porciones pequeñas, es posible que puedas agregar más, poco a poco. A medida que agregues lentamente alimentos lácteos con el tiempo, podrás determinar cuánta lactosa puede aguantar tu cuerpo.
- Combina alimentos lácteos con alimentos no lácteos. El consumo de productos lácteos con otros alimentos ralentiza la liberación de la lactosa en tu cuerpo. Esto hace que sea más fácil para tu cuerpo digerir y descomponer la lactosa.
- Consume porciones más pequeñas de leche o productos lácteos con más frecuencia. En lugar de beber porciones completas (1 taza u 8 onzas) de leche, intenta beber porciones más pequeñas (1/2 taza o 4 onzas) durante el día.
- Consume productos lácteos que sean naturalmente bajos en lactosa. El queso y el yogur generalmente tienen menos lactosa que la leche. Esto se debe a que la lactosa se descompone parcialmente durante el proceso de envejecimiento en el queso y por las bacterias en el yogur. Específicamente, los quesos curados como el parmesano, el suizo y el chéddar, y los yogures que dicen “cultivos activos vivos” en la etiqueta tienden a ser opciones lácteas bajas en lactosa.
¿Qué pasa si estas sugerencias no funcionan?
Si aún sientes malestar después de tratar estas ideas, puedes probar un suplemento de lactasa, como Lactaid® o una marca genérica, antes de consumir alimentos que contengan lactosa. Puedes comprar el suplemento de lactasa en forma de pastilla masticable o gotas líquidas. El suplemento se puede comprar sin receta médica y ayudará a tu cuerpo a descomponer la lactosa en los alimentos que comas o bebas. También puedes disfrutar de leche o helados etiquetados que indiquen que no tengan lactosa. La marca Lactaid® también vende productos lácteos con la enzima lactasa ya agregada a sus alimentos, por lo que esto también puede ser útil si tu cuerpo tiene dificultades para tolerar incluso pequeñas cantidades de lactosa.
¿Debería omitir los lácteos por completo?
Los productos lácteos son un grupo de alimentos importantes que debes incluir en tu dieta porque contienen muchas vitaminas y minerales, incluidas altas cantidades de calcio, vitamina D y proteínas. Si bien puedes obtener estos nutrientes de otras maneras, los alimentos lácteos son una manera fácil de obtener todo el calcio y la vitamina D necesarios para tener huesos fuertes y una buena salud en general. Si estás considerando evitar los alimentos lácteos por completo, es posible que necesites suplementos adicionales o alteraciones en lo que comas. Por ejemplo, la leche de almendras es muy baja en proteínas, por lo que no es un sustituto adecuado de la leche de vaca. Consulta con tu médico antes de omitir cualquier grupo de alimentos, para que puedas obtener la información que necesites y también un diagnóstico adecuado.
¿Qué más necesito saber?
- Aprende acerca de los ingredientes secretos que contienen lactosa. Estos ingredientes incluyen sólidos lácteos de leche en polvo (incluidos sólidos de leche sin grasa), suero de leche, leche malteada, crema agria o dulce, margarina, suero de leche, concentrado de proteína de suero de leche y queso. Las salsas, aderezos y sopas frecuentemente contienen lactosa. Los alimentos horneados y procesados como galletas, pasteles y panqueques también pueden contener lactosa. Siempre revisa las etiquetas de tus alimentos y ten en cuenta que es posible que puedas tolerar algunos de estos alimentos.
- Algunos medicamentos contienen lactosa. Pregúntale a médico si la lactosa se encuentra en algún medicamento que puedas estar tomando y lee la etiqueta tú mismo también.
- Recuerda que debes consumir calcio. Si no bebes leche, debes asegurarte de obtener suficiente calcio de otras fuentes en tu dieta.
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