Recuerda
- El asma afecta cómo respiras y te sientes.
- El asma es una enfermedad hereditaria.
- No existe ninguna cura para el asma, pero puede ser controlada.
El asma es una condición crónica de los pulmones que afecta cómo te sientes y respiras. No es contagiosa, alguien más no puede contagiarte de asma por (como un resfriado) y tampoco puedes transmitirla a alguien más. Puedes tener síntomas todos los días, semanalmente, cada pocos meses o prácticamente nunca. Algunos niños parecen superarlo, pero muchos adolescentes con asma continúan teniendo síntomas como adultos. Lo más importante es que con el tratamiento adecuado, las personas con asma pueden tener vidas normales y activas.
¿Qué sucede exactamente cuando tengo síntomas de asma?
Cuando tienes asma, las vías respiratorias de tus pulmones se hinchan e inflaman. Las vías respiratorias son tubos que llevan el aire hacia dentro y fuera de tus pulmones. Cuando eres expuesta a algo que irrite las vías respiratorias, estas se contraen, haciéndose más pequeñas, lo que hace que pueda entrar y salir menos aire. Los músculos dentro y alrededor de las vías respiratorias inflamadas se tensan y se forma más mucosa. Esto causa que tengas problemas para respirar, presión en el pecho, tos y a veces sibilancias o un silbido cuando respiras.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del asma?
- Tos, especialmente durante la noche, la madrugada, cuando hacer ejercicio o cuando estás al aire libre y el clima está frío.
- Puedes escuchar sibilancias cuando respiras
- Falta de aire o problemas para respirar
- Presión o dolor en el pecho, lo cual puede hacerte sentir como si alguien estuviera sentado sobre tu pecho o apretándolo
Si tienes cualquiera de estos síntomas, ¡tienes que hablar con tu proveedor de salud!
Los síntomas del asma pueden variar desde moderados a graves, desde ser un poco molestos a afectar seriamente cómo te sientes. Cuando los síntomas son graves, el asma puede ser mortal.
¿Tendré asma toda la vida?
Los estudios han demostrado que el asma usualmente no desaparece y que la inflamación de tus pulmones en realidad se mantiene incluso cuando el asma no te molesta. Esto es importante de saber porque necesitas estar atenta a cómo te sientes y si tu respiración cambia.
Es cierto que algunas personas solo tienen asma cuando son niños y no tienen síntomas nunca más en su vida. Otros pueden tener síntomas su vida entera. Finalmente, hay otras personas que no tienen síntomas por mucho tiempo y luego reaparecen años después. Es importante recordar que el asma es una condición crónica, lo cual significa que siempre puede volver, a diferencia de un resfriado común, que es temporal. Cuando tienes asma como adolescente, es probable que aún lo tengas cuando te vuelvas adulta.
Causas
¿Qué provoca el asma?
Nadie sabe exactamente qué provoca el asma, pero los médicos han descubierto que ciertas cosas en el ambiente pueden irritar la respiración de las personas y causar los síntomas. El asma es una enfermedad hereditaria y los adolescentes con sobrepeso son más propensos a tenerla. La mayoría de los adolescentes diagnosticados con asma tienen alergias que pueden agravar su respiración.
¿Qué son los desencadenantes del asma?
Los desencadenantes son cosas en el ambiente que causan los síntomas o los “brotes de asma” (también llamado ataques de asma). Algunos desencadenantes como el polen solo afectan a personas con asma durante ciertas temporadas y no durante todo el año. Otros pueden tener síntomas solo cuando están cerca de un gato, por ejemplo.
Las siguientes categorías y listas de “desencadenantes” pueden causar los síntomas de asma a algunas personas.
Alérgenos (cosas a las que eres sensible y que causan algún tipo de reacción alérgica):
- Ácaros del polvo
- Caspa de animales, que proviene de la piel, pelaje o plumas de los animales
- Excremento de cucarachas y roedores
- Polen de los árboles, hierbas, malezas y flores
- Moho
Agentes irritantes (olores y otras cosas que puedas inhalar o respirar a través de tu nariz y boca):
- Humo de cigarrillo: tanto el humo de tu propio cigarrillo como el de alguien más
- Olores fuertes: perfumes, maquillaje, productos de limpieza, velas aromatizantes, pintura fresca, ambientadores, gasolina, etc.
- Polvo de tiza y humo de madera
- Contaminantes atmosféricos: smog, combustible Diesel y emisiones de fábricas
Clima:
- Aire frío
- Temperaturas calientes, humedad o climas templados
Ejercicio:
- Deportes y otras actividades físicas (como correr) que causen una respiración agitada y rápida
Infecciones virales:
- Resfriados y gripe u otras infecciones de la nariz, garganta, pulmones, etc. que puedan causar tos, dolor de garganta o problemas para respirar
Cómo lidiar con los desencadenantes
El problema con los desencadenantes es que un tipo específico de ellos (digamos, ácaros de polvo) puede causar los síntomas de asma en uno de tus amigos, pero otro tipo de desencadenante (como la caspa de perro) puede causar tus síntomas. Los desencadenantes pueden variar de persona a persona. Ya que no siempre puedes evitar los desencadenantes en el ambiente, la mejor manera de controlar el asma y prevenir los síntomas es simplemente tomar tu medicina.
De cualquier manera, aún puedes ser proactivo acerca de ciertas cosas, tal como:
- Si eres alérgica al polvo, mantén tu cama y cuarto tan limpio y libre de polvo como sea posible. (Las alfombras, cortinas y peluches acumulan polvo y ácaros del polvo. De ser posible, intenta deshacerte de estos objetos).
- Cubre tu colchón con una funda protectora con cremallera para evitar a los ácaros del polvo.
- Lava tus sábanas con agua caliente al menos una vez a la semana.
- Aspira y quita el polvo de tu habitación y zonas de estar al menos una vez a la semana.
- No compres productos de salud o de belleza aromatizados o productos de limpieza con esencias fuertes.
- Deshazte del hábito de fumar (esto incluye vapear).
- Mantente dentro de lugares con aire acondicionado si la calidad de aire de afuera es especialmente mala (en días húmedos o calientes).
- Vacúnate anualmente contra la gripe.
- ¡Lava tus manos a menudo! Esta es la manera #1 de disminuir el riesgo de contraer un resfriado, gripe o el COVID-19.
Intenta mantener un diario de síntomas. Cuando tengas síntomas de asma, anota cómo era el clima, qué estabas haciendo, qué momento u hora del día era, etc.