Hablar con tus padres o tutores legales puede resultarte difícil, pero hay que recordar que ellos te quieren y sólo quieren lo mejor para ti. Entonces, ¿cómo exactamente puedes iniciar una conversación con ellos?
A continuación, te dejamos 7 consejos para hablar con tus padres:
1. Entiende que tus padres están para ayudarte.
A veces puede ser difícil razonar con tus padres, pero ten en cuenta que ellos mismos también fueron adolescentes una vez y que enfrentaban semejantes problemas. Hablarles de asuntos importantes puede ayudar a fortalecer la relación y confianza mutua.
2. Intenta acostumbrarte a hablar con tus padres de verdad.
Puedes empezar a hablar con ellos a diario sobre cosas pequeñas. Hablar seguido con ellos puede mantener abierta la comunicación y hacer que te sientas más cómoda cuando necesites hablar sobre asuntos importantes.
3. Escucha a tus padres y pídeles que también te escuchen a ti.
Hay padres que tienen opiniones o creencias personales muy firmes con respeto a ciertas cosas. Asegúrate de iniciar una conversación sin distracciones. La mayoría de los padres quieren hablar abiertamente con sus hijos, pero no saben qué decir ni cómo decirlo. Puede que ellos estén tan nerviosos como tú.
4. Identifica tus sentimientos y exprésalos a tus padres.
No dejes que tus emociones te impidan comunicarte con tus padres. En vez de no explicarles tu problema por vergüenza o por miedo a que te juzguen, exprésales tus sentimientos. Cuando estés lista, deja que sepan qué te estás sintiendo. Seguro que entenderán y querrán escuchar lo que tienes que decir. Por ejemplo, puedes iniciar la conversación con una frase como “me da pena lo que les voy a decir, pero necesito pedirles consejos.”
5. Habla con confianza, claridad y honestidad.
Si tienes un problema que requiera atención inmediata, es mejor no esperar tanto. Lo último que quieres es terminar una conversación y sentir que se te olvidó mencionar algo importante. Si hablas directo y al grano, será más probable que la persona con quien hablas te escuche bien.
6. Considera hablar con otros adultos de confianza.
Si intentas hablar con tus padres y no sale bien, te convendría hablar con otros adultos de confianza o un pariente como tu tía, un consejero, tu prestador de servicios médicos o un miembro del clero.
7. Considera hablar con un terapeuta o consejero familiar.
Ver a un terapeuta o consejero familiar puede mejorar la comunicación entre tú y tus padres, especialmente si a tus padres y a ti les está siendo difícil hacerlo.