Ataques de Pánico

Recuerda
  • Cualquier persona a cualquier edad puede tener un ataque de pánico.
  • Los ataques de pánico pueden variar en frecuencia e intensidad.
  • Puedes aprender a controlar tus ataques de pánico.
  • This guide in English

girl panicking

Ponerte nerviosa antes de dar una presentación en la escuela o antes de un partido importante es normal – pero si alguna vez sentiste que estabas por perder el control, que ibas a sufrir un ataque al corazón, o incluso que te estabas “volviendo loca”, puede que hayas tenido un ataque de pánico.

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es una sensación repentina de miedo intenso o malestar, que llega a un pico en menos de 10 minutos. Es algo que la mayoría de la gente experimenta en algún punto en su vida. Hay una variedad de síntomas que pueden incluir:

  • Palpitaciones (cuando sientes los latidos del corazón) o taquicardia (cuando tu corazón late muy rápidamente)
  • Sudor
  • Temblores
  • Falta de aire o sensación de ahogo
  • Sensación de asfixia
  • Dolor o incomodidad en el pecho
  • Escalofríos o sofocos
  • Náusea o estómago revuelto
  • Mareos o aturdimiento
  • Sensación de que las cosas son irreales o sentirse desapegada de una misma
  • Entumecimiento u hormigueo
  • Miedo de perder el control o “volverte loca”
  • Miedo de morirte.

Sentirte extremadamente ansiosa en algunas situaciones, hasta el punto de sentir pánico, puede ser muy incómodo. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier situación en la cual te sientas nerviosa, con miedo, o extremadamente preocupada pero también pueden pasar inesperadamente. Si tienes al menos cuatro de los síntomas mencionados anteriormente, antes o durante alguna actividad que sabes que te hace entrar en pánico, como, por ejemplo, hablar frente a un grupo de personas (en la clase o algún otro lugar), estar cerca de un animal que te pone nerviosa, o subirte a un avión, probablemente estés teniendo un ataque de pánico.

Mucha gente aprende a manejar y controlar sus ataques de pánico usando técnicas de relajación y otros mecanismos de superación que su doctor sugiere. Si tus ataques de pánico se vuelven más frecuentes, y ya no puedes identificar qué es lo que los está causando, puedes estar desarrollando un trastorno de ansiedad. Esto significa que tienes ataques de pánicos graves, inesperados y repetidos que se sienten fuera de tu control. En los trastornos de ansiedad, los ataques de pánico pueden ser provocados por el miedo a tener ataques de pánico. Es importante buscar ayuda de un/a médico/a para asesoramiento y tratamiento y también para asegurarse de que tu pánico no sea causado por un problema médico o medicina que estás tomando.

Sin tratamiento, el pánico puede interferir con tu vida diaria.

Puede producir:

  • Baja autoestima
  • Rendimiento escolar deficiente
  • Problemas con compañeros y familiares
  • Aislamiento social
  • Trastornos del sueño
  • Depresión
  • Abuso de alcohol o drogas
  • Agorafobia (miedo a estar en lugares llenos de gente)

Factores que pueden incrementar el riesgo de que tengas ataques de pánico:

  • Genética (historia familiar de ataques de pánico)
  • Estrés
  • Eventos traumáticos (una experiencia que te haya trastornado o afectado negativamente)
  • Sufrir de una enfermedad mental como, depresión o ansiedad.

¿Cómo puedo conseguir ayuda para un trastorno de ansiedad?

Si has tenido por lo menos dos ataques de pánico inesperados y has estado preocupada por la posibilidad de tener más ataques, hasta tal punto de evitar situaciones que puedan generarlos, puede ser que tengas un trastorno de ansiedad, y deberías buscar ayuda. Habla con tu médico/a sobre tus síntomas y pídele una derivación a un profesional de salud mental. El profesional de salud mental puede hablarte sobre diferentes opciones de tratamiento, incluyendo terapia y/o medicación.

¿Cuáles son los tratamientos para un trastorno de ansiedad?

El profesional de salud mental te hará preguntas sobre tus síntomas; cuándo comenzaron y si tienes idea de qué pueden provocarlos, y el/ella también te preguntará si tienes algún familiar que sufre ataques de pánico. Tu médico/a de salud mental llegará a conocerte y así podrá decidir qué tratamiento es el mejor para ti. La Terapia Cognitiva es un tipo de terapia que frecuentemente es útil para lidiar con ataques de pánico. Técnicas para manejar el estrés también son un tratamiento común para parar el pánico antes de que se salga de control, y reducir la frecuencia de tus ataques de pánico. Algunos medicamentos también pueden ser útiles. El objetivo del tratamiento es que desaparezcan tus ataques de pánico y ayudarte a aprender formas de lidiar con situaciones cotidianas e inesperadas que pudieran provocar estrés.